El golpe
Sudoroso, el Comandante saca una de sus anfetaminas. Dos y medio vaso de agua le conjugan en su boca toda seca para quitarle ese malestar de sueño. Era típico, incluso durante la dictadura, sentirse de esa forma y amanecer horas y días completos. -Ya 'ta bueno. Hoy es el día.- Le decía a todo su equipo de militares con gran apunte, con una voz retumbante en toda la habitación en la que se encontraban. Mientras tanto, exactamente a esta misma hora, en la que escribo este post, 1:30 pm, Peña Gómez abalanzaba su discurso a la población nacional por Radio Cadena Comercial, propagando el derrocamiento del Triunvirato manipulado por Reid Cabral y a su vez, reinstaurar la Constitución de 1963 y al ex-presidente Bosch sin elecciones. La gente se lanza a las calles de Santo Domingo, toda victoriosa y con fuerzas en todo su cuerpo y alma a defender a los Constitucionalistas; armada con lo que tenga, con lo que venga, y embiste contra los tanques que llegaban desde las afueras de la ciudad,